1. Deshielo glacial y harina de roca
Las ‘Rockies’ canadienses cuentan con numerosos glaciares, cuyas aguas heladas fluyen continuamente por las laderas de las montañas. A medida que estos glaciares se derriten, liberan partículas finas, conocidas como “harina de roca“, en los lagos y ríos circundantes. La harina de roca consiste en sedimentos rocosos finamente molidos, compuestos principalmente de minerales como limo, arcilla y till glacial. Estas minúsculas partículas permanecen suspendidas en el agua, dispersando la luz solar y dándole un singular aspecto turquesa o azul lechoso. Moraine Lake y Peyto Lake son ejemplos muy conocidos donde el deshielo glacial y la harina de roca crean tonos azules vivos que aparentemente desafían la realidad.
2. Absorción y refracción de la luz
Los vibrantes tonos azules que se encuentran en las aguas de las Rocosas canadienses también son el resultado de la absorción y refracción de la luz. Cuando la luz solar llega a la superficie de un lago o río, el agua absorbe los colores del espectro. Aunque la mayoría de los colores son absorbidos, los tonos azules tienen una longitud de onda más larga y tienden a dispersarse menos. Como resultado, la luz azul se refleja en nuestros ojos, intensificando la percepción de azul del agua. Este fenómeno, conocido como absorción selectiva de la luz, contribuye a los hipnotizantes tonos azules que se encuentran en lagos emblemáticos como Lake Louise o Emerald Lake.
3. Leche glacial
Otro factor que contribuye a los impresionantes colores azules de estos lagos canadienses es la presencia de “leche glacial”. La leche glacial es el agua turbia de color turquesa resultante de la mezcla de agua de deshielo glacial y harina de roca finamente molida. Como el agua de deshielo arrastra sedimentos, crea una suspensión en el agua que dispersa la luz y hace que parezca azul. La combinación de la leche glacial y las propiedades reflectantes de las partículas de harina de roca en suspensión da como resultado lagos como Moraine Lake y Lake Louise, que exhiben impresionantes tonalidades de azul.
4. Luz solar y condiciones atmosféricas
Por último, los azules intensos del paisaje en las Rocky Mountains también pueden verse influidos por la luz solar y las condiciones atmosféricas. El ángulo y la intensidad de la luz solar desempeñan un papel importante en la percepción del color de los lagos y ríos: cuando la luz solar incide en la superficie del agua con un ángulo determinado, aumenta la reflexión y refracción de la luz azul, intensificando los colores. Además, factores como la nubosidad, la calidad del aire y la presencia de minerales o algas pueden influir en el aspecto del agua, provocando sutiles variaciones en los tonos azules.
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1. Lake Louise, una joya atemporal:
Lake Louise es sin duda uno de los más emblemáticos y pintorescos del mundo. Situado en el corazón del Parque Nacional de Banff, sus prístinas aguas turquesas reflejan los picos nevados que lo rodean, creando una escena de postal perfecta. Este lago alimentado por glaciares debe su deslumbrante tonalidad azul a las finas partículas de harina de roca, resultado de la erosión glacial. Con el lujoso Fairmont Chateau Lake Louise como telón de fondo, este lago es el verdadero epítome de la belleza natural.
2. Moraine Lake, la piedra preciosa de la naturaleza:
Situado en el Valle de los Diez Picos (‘Valley of the Ten Peaks’), dentro del Parque Nacional de Banff, Moraine Lake suele considerarse una piedra preciosa en medio de las Rocosas canadienses. Su intenso color azul, complementado por un anillo de picos nevados, lo convierte en el paraíso de los fotógrafos. El limo glacial y la refracción de la luz se combinan para crear un espectáculo visual encantador. El trayecto hasta este lago es igualmente cautivador, con una carretera serpenteante que conduce a esta joya escondida.
3. Emerald Lake, una joya en el Parque Nacional de Yoho:
Emerald Lake, el lago ‘esmeralda’, hace honor a su nombre de joya resplandeciente, situado en el encantador Parque Nacional de Yoho. Rodeado de bosques frondosos e imponentes montañas, este prístino lago muestra un fascinante tono azul verdoso. Al igual que sus homólogos, Emerald Lake debe su impresionante color a la presencia de limo glacial. Cuando el agua del deshielo glaciar fluye hacia el lago, arrastra finas partículas que dispersan la luz solar, revelando los cautivadores tonos que han sorprendido a viajeros durante generaciones.
4. Peyto Lake, la paleta de un pintor:
Peyto Lake, situado en el Parque Nacional de Banff, muestra la destreza artística de la naturaleza. Su peculiar forma y su vibrante tono turquesa lo convierten en una auténtica obra maestra. El lago debe su fascinante color azul a la harina de roca que fluye hacia él desde el glaciar Peyto. Los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas desde el mirador de Bow Summit, donde el impresionante lago se revela contra un telón de fondo de extensas cadenas montañosas.
5. Maligne Lake y Spirit Island, serenidad en azul:
En el Parque Nacional de Jasper se encuentra el mágico Maligne Lake, el cual posee una belleza etérea que cautiva a todo el que lo contempla. Sus aguas azules, procedentes del deshielo de los glaciares, reflejan a la perfección las Montañas Rocosas que lo rodean. Una visita a Spirit Island, un pequeño islote cubierto de árboles situado en el corazón del lago, ofrece una experiencia encantadora que combina tranquilidad, esplendor natural y una indescriptible sensación de serenidad.
6. Bow Lake, el espejo de la naturaleza:
Bow Lake está situado a lo largo de la ruta Icefields Parkway, una de las carreteras más bonitas del mundo, y es un tranquilo oasis de aguas azules cristalinas. Es uno de los mayores lagos del Parque Nacional de Banff y ofrece un perfecto reflejo del impresionante glaciar Crowfoot y los picos circundantes. Este lago alimentado por glaciares es un testimonio de la increíble belleza que se puede encontrar en las Rocosas canadienses, donde la paleta de azules de la naturaleza se encuentra con la majestuosidad de imponentes montañas.
Imagínese de pie a orillas de Lake Louise, rodeado de imponentes picos, o contemplando las vibrantes aguas azules de Moraine Lake en el Valle de los Diez Picos. Piense en admirar los tonos turquesas de Peyto Lake, en disfrutar de la tranquilidad del Emerald Lake o en observar la grandeza de Maligne Lake, el mayor lago natural de las Rocosas canadienses.
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Escrito y traducido por DCT. Fotografías cortesía de ©Lisanne Smeele, ©Pursuit/Noel Hendrickson y ©Destination Travel Alberta.